Los Jefes, 1959
Seis relatos que giran en torno al fenómeno de la violencia como reacción solidaria o rebelión gratuita frente a un entorno agresivo. En los seis se descubren esbozos argumentales y apuntes de personajes que alcanzarán su pleno despliegue en las grandes novelas posteriores de Vargas Llosa.
La ciudad y los perros, 1963
Los cadetes del Colegio Militar Leoncio Prado se inician en la obediencia del código castrense, pero también en otro código, el de la hombría, que necesita de la humillación, del sacrificio, de la aceptación de la violencia como conducta necesaria y prescrita: devorar para no ser devorado. El autor fija su mirada en la jerarquía piramidal que impera en el colegio, microcosmos de la sociedad limeña, donde la traición, la violencia, la explotación y la degradación humanas son la garantía para que cada estrato conserve sus privilegios. Todas las contradicciones de la sociedad peruana afloran en este retrato social y político que pone de manifiesto la corrupción y la brutalidad de la sociedad latinoamericana.
La casa Verde, 1965
La vida tranquila de los piuranos se ve estremecida por la llegada de don Anselmo, fundador de un prostíbulo en mitad del desierto. Esta es apenas una historia de las numerosas trenzadas en esta novela. Están además, la de Fushía, bucanero fugitivo, señor de los indígenas, domeñador de un mundo salvaje, que nos es contada a lo largo de su viaje con el viejo Aquilino; la de los Inconquistables, personajes de la picaresca piurana, la del sargento Lituma, la de las gentes de Santa María de Nieva, la de Jum el aguaruna rebelde, la del práctico Nieves, la de las Madres de la Misión de Santa María... El relato, que se mueve en tiempos y planos distintos, desde el inmediato acontecer hasta el remoto recuerdo y la pura imaginación de los personajes, tiene, a su vez, varios escenarios simultáneos: desde el barrio la Mangachería, suburbio al borde del desierto sobre el que llueve arena todas las noches, hasta una zona de la Amazonia poblada por aventureros y caucheros.
Los cachorros, 1967
Con esta historia, centrada en un grupo de muchachos miraflorinos de los años cincuenta, uno de los cuales es castrado por un perro -de ahí el apodo-, Vargas Llosa no sólo despliega fuegos de artificio técnicos, sino que profundiza en la psicología del protagonista y de quienes le rodean. La narración apela a temores arquetípicos (la castración) y a sus consecuencias, más desgarradoras en una sociedad patriarcal y machista, recubierta sólo superficialmente por los criterios de la modernidad.
Conversación en La Catedral, 1969
Una novela política, o mejor, de historia política, donde se analizan, a lo largo de una compacta trenza de vidas privadas, -periodistas, prostitutas, matones, políticos y militares durante la dictadura peruana del general Manuel Apolinario Odría (1948-1956)-, los mecanismos mentales y morales que rigen las costumbres del poder y las distintas retóricas de quienes lo ejercen o lo envidian. Pero, sobre todo, en este libro comparecen las vidas de unos personajes a los que la historia ha encerrado en un laberinto. El texto se compone de cuatro bloques o "libros" estilísticamente diferenciados, a lo largo de los cuales discurre el nervio principal, constituido por la conversación entre Santiago y Ambrosio que da título a la novela.
Pantaleon y los Visitadores, 1973
Novela llena de humor, que es también una crítica demoledora de dos instituciones continentales: el ejército y el prostíbulo. Pantaleón Pantoja, un capitán del ejército recientemente ascendido, recibe la misión secreta de establecer un servicio de prostitución para las fuerzas armadas del Perú. Estricto cumplidor del deber, Pantaleón se traslada a Iquitos, en plena selva, para llevar a cabo su cometido, pero se entrega a esta misión con tal obcecación que termina por poner en peligro el engranaje que él mismo ha puesto en movimiento.
La tía Julia y el escribidor, 1977
El personaje central, "Marito" o "Varguitas", un joven "medio intelectual" con problemas familiares, se educa para ser hombre y escritor en la Lima neblinosa de los años cincuenta. Pero, como suele ocurrir en las grandes comedias, detrás de la insigne y finalmente enloquecida cursilería del escribidor Pedro Camacho -autor de radioteatros y personaje clave en la novela- se descubre una profunda indagación sobre la literatura, sus parámetros y su sentido. Mientras el delirante escribidor va desordenando el mundo, el joven Varguitas, envuelto en un tórrido romance, intenta ordenar el suyo
La Guerra del fin del mundo, 1981
El centro de esta novela es un hecho histórico: la insurrección popular, de carácter religioso, que tuvo lugar a fines del siglo XIX en las tierras del Nordeste brasileño. El eje de la obra es un personaje enigmático, el Consejero, mostrado siempre en forma alusiva y oblicua, que crea, a partir de varios grupúsculos iniciales, una vasta sublevación de desheredados. A su alrededor se mueven otros personajes concebidos como vehículos de intereses o ideales contrapuestos: la vieja aristocracia feudal y legitimista, los políticos que entretejen una malla de dobles tramas, la milicia profesional y, en calidad de testigos, dos seres solitarios, un frenólogo idealista adscrito a las ideas libertarias y un periodista que, como intelectual, sólo podrá rescatar su experiencia poniéndola por escrito.
Historia de Mayta, 1984
Novela de corte histórico, que constituye a la vez, una indagación y un apólogo. En un Perú degradado, de horizonte sombrío, el narrador reconstruye, a través del testimonio de quienes le conocieron, la historia del trotskista Alejandro Mayta, protagonista de una enloquecida intentona revolucionaria y preso varias veces en circunstancias confusas. Al término de la encuesta, la confrontación con la realidad sitúa en su exacto punto de mira esta ácida historia quijotesca, versión lúcida, amarga y tragicómica de los maximalismos revolucionarios del continente latinoamericano.
¿Quién mató a Palomino Molero?, 1986
Bajo el ardiente sol piurano, cuelga de un árbol el cadáver cruelmente torturado de un joven avionero. El teniente Silva y el guardia Lituma emprenden la búsqueda del asesino. Con gran destreza, Vargas Llosa crea una intensa novela policial cuyo atractivo no se agota en la solución del crimen. Aunque las pistas pronto apuntan en una dirección precisa, el interés en la obra, en vez de disminuir, se acrecienta. Una particular tensión recorre la historia, creando una atmósfera irreal que deslumbra y atrapa al lector en una urdimbre de prejuicios, desigualdades, abusos e incomprensiones que conforman el tejido social de un país.
El Hablador, 1987
Dos voces se alternan para relatarnos el anverso y reverso de una historia singular. Por una parte, el narrador evoca sus recuerdos de un compañero de juventud, apodado Mascarita, que siente fascinación por la cultura amazónica. Por la otra, un anónimo contador ambulante de historias -un "hablador"-, viviente memoria colectiva de los indios machiguengas de la Amazonia peruana, nos narra, en un lenguaje de desusada poesía, su propia existencia y la historia y mitos de su pueblo. La confluencia final de los dos relatos que revelan una secreta unidad, muestra las misteriosas relaciones de la ficción con las sociedades y con los individuos, su razón de ser, sus mecanismos y sus efectos en la vida.
Elogio de la madrastra, 1988
Una red sutil de perversidad va enredando y ensombreciendo poco a poco las extraordinarias armonía y felicidad que unen a la sensual doña Lucrecia, la madrastra, a don Rigoberto, el padre, y al inquietante Fonchito, el hijo, cuya angelical presencia y anhelante mirada parecen corromperlo todo. Ilustrada con una selecta pinacoteca constituida por obras del Bronzino, Jordaens, Boucher, Tiziano, Fernando de Szyszlo, Francis Bacon y Fra Angelico.
Lituma en Los Andes, 1993
En un campamento minero de las montañas del Perú, el cabo Lituma y su adjunto Tomás viven en un ambiente bárbaro y hostil, bajo la constante amenaza de los guerrilleros maoístas de Sendero Luminoso. Lituma es un memorable personaje de otros libros de Vargas Llosa ("Los jefes", "La Casa Verde", "La tía Julia y el escribidor", "¿Quién mató a Palomino Molero?" y "La Chunga").
Los cuadernos de don Rigoberto, 1997
Los personajes del "Elogio de la madrastra" despiertan de su ensueño y vuelven a enfrentarse en esta novela que cambia de eje para ser monitoreada por don Rigoberto, tímido erotómano cincuentón, que vuelca en sus fantasías la frustración que le produce la separación de Lucrecia. La novela se deja conducir por el temible Fonchito, que con su inocente maldad va poniendo en jaque a su madrastra y al padre. La referencia a los dibujos, las pinturas, la vida y los deseos de Egon Schiele corre paralela al cuadro dramático de estos picarones burgueses bien aposentados en sus rutilantes vidas urbanas.
La fiesta del Chivo, 2000
Último capítulo, hasta el momento, de la clásica novela de dictadores latinoamericana, este libro aborda la dictadura del general de la República Dominicana, Rafael Leónidas Trujillo Molina, el Chivo, y la conjura que se gestó para asesinarlo. Llevan la voz contante, entre otros personajes históricos, el implacable general Trujillo y el sosegado y hábil doctor Balaguer, sempiterno presidente de ese país.
Diario de Irak, 2003
Masivas protestas ciudadanas, la opinión pública mundial en contra, negativas de muchos gobiernos... nada impidió la intervención angloestadounidense en Irak. Pero tras la batalla, más allá de las ruinas, el caos y la desolación, ¿cuál es el futuro que espera a los iraquíes? Mario Vargas Llosa viajó al escenario del conflicto, habló con líderes de opinión y gente de la calle, recogió testimonios... El resultado fue una magnífica serie de reportajes publicada en el diario El País de Madrid, que ahora se recoge en este libro junto a las fotografías de Morgana Vargas Llosa que la ilustraron.
El paraiso en la otra esquina, 2003
Dos vidas: la de Flora Tristán, que pone todos sus esfuerzos en la lucha por los derechos de la mujer y de los obreros, y la de Paul Gauguin, el hombre que descubre su pasión por la pintura y abandona su existencia burguesa para viajar a Tahití en busca de un mundo sin contaminar por las convenciones. Dos concepciones del sexo: la de Flora, que sólo ve en él un instrumento de dominio masculino y la de Gauguin, que lo considera una fuerza vital imprescindible puesta al servicio de su creatividad.
Así, Vargas Llosa nos propone dos lecturas, alternando episodios de un Gauguin en su etapa más "salvaje" y los de la reivindicativa Flora Tristán hacia los problemas del mundo obrero del siglo XIX. Libro de viajes, crónica histórica, ensayo sobre arte, biografía, novela... este libro ofrece al lector el resultado de novelizar a dos figuras reales del Arte con mayúsculas, cada uno en su campo, cuyas apasionantes historias podrían superar toda aventura del más pintado personaje de ficción.
Travesura de la niña mala, 2006
¿Cuál es el verdadero rostro del amor?
Ricardo ve cumplido, a una edad muy temprana, el sueño que en su Lima natal alimentó desde que tenía uso de razón: vivir en París. Pero el rencuentro con un amor de adolescencia lo cambiará todo. La joven, inconformista, aventurera, pragmática e inquieta, lo arrastrará fuera del pequeño mundo de sus ambiciones.
Testigos de épocas convulsas y florecientes en ciudades como Londres, París, Tokio o Madrid, que aquí son mucho más que escenarios, ambos personajes verán sus vidas entrelazarse sin llegar a coincidir del todo. Sin embargo, esta danza de encuentros y desencuentros hará crecer la intensidad del relato página a página hasta propiciar una verdadera fusión del lector con el universo emocional de los protagonistas.
Creando una admirable tensión entre lo cómico y lo trágico, Mario Vargas Llosa juega con la realidad y la ficción para liberar una historia en la que el amor se nos muestra indefinible, dueño de mil caras, como la niña mala. Pasión y distancia, azar y destino, dolor y disfrute… ¿Cuál es el verdadero rostro del amor?
El sueño del Celta, 2010
La aventura que narra esta novela empieza en el Congo en 1903 y termina en una cárcel de Londres, una mañana de 1916.
Aquí se cuenta la peripecia vital de un hombre de leyenda: el irlandés Roger Casement. Héroe y villano, traidor y libertario, moral e inmoral, su figura múltiple se apaga y renace tras su muerte.
Casement fue uno de los primeros europeos en denunciar los horrores del colonialismo. De sus viajes al Congo Belga y a la Amazonía sudamericana quedaron dos informes memorables que conmocionaron a la sociedad de su tiempo. Estos dos viajes y lo que allí vio cambiarían a Casement para siempre, haciéndole emprender otra travesía, en este caso intelectual y cívica, tanto o más devastadora. La que lo llevó a enfrentarse a una Inglaterra a la que admiraba y a militar activamente en la causa del nacionalismo irlandés.
También en la intimidad, Roger Casement fue un personaje múltiple: la publicación de fragmentos de unos diarios, de veracidad dudosa, en los últimos días de su vida, airearon unas escabrosas aventuras sexuales que le valieron el desprecio de muchos compatriotas.
El sueño del celta describe una aventura existencial, en la que la oscuridad del alma humana aparece en su estado más puro y, por tanto, más enfangado.
Una novela mayor de Mario Vargas Llosa.